A Papy Louis le gustaba reunirse con sus camaradas para hablar y sentirse satisfechos en la esquina de su banco, entre los aviones y las uñas; palabras auténticas y benevolentes al igual que su cocina.
Siempre estaba listo para tomar una copa de pinard acompañado de una broma o un consejo. Conservamos el alma de su taller gracias a su banco de trabajo, su compañero favorito. La familia, los amigos, la buena franquette y luego Mamy: eso era, su receta para la felicidad. Esta receta nos la transmitió.
Platos llenos de recuerdos, buen humor para vender, te permitimos descubrir su universo. Un lugar agradable, cálido y festivo para beber o compartir una buena comida entre amigos. Uno y el mismo objetivo para nosotros: el placer de unir a las personas, compartir alrededor de nuestro banco de trabajo. Entonces, ¡siéntase como en casa!
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